ya sabía que era una mentira,
cuanto tiempo que por él perdí,
que promesa rota sin cumplir.
Son amores que sólo a nuestra edad
se confunden en nuestros espíritus,
te interrogan y nunca te dejan ver
si serán amor o placer.
cuantas veces volveré a leer
aquellas cartas que yo recibía
cuando mis penas eran alegrías.
que en tu corazón sobrevivirán,
son historias que siempre contarás
sin saber si son de verdad.